5.5 INTRODUCCION AL LIBRO DE ECLESIASTÉS
El libro del Eclesiastés busca el sentido de la vida. En sus enseñanzas afronta cuestiones difíciles con una actitud serena. Es consciente de las limitaciones de la razón humana, pero no se desanima ante el aparente «sin sentido» de la vida. Sabe convivir con problemas no resueltos y trata de encontrarles una solución. Vive en el presente, disfruta de los momentos que tiene por delante y recomienda servir a Dios en los días de la juventud, sin esperar a que llegue la vejez cuando falten las fuerzas.
El libro de Qohélet (Qo) viene situado a continuación del libro de los Proverbios. Este orden se debe probablemente a la atribución del libro a Salomón. En la Biblia hebrea está situado de otra forma: entra en el grupo de los «meguillot» o «cinco rollos» que se leen en festividades especiales. En este grupo, el libro está ubicado detrás de Proverbios y antes de Daniel. Eclesiastés se leía y se lee en las sinagogas en la fiesta de los Tabernáculos (sukkot). Esta fiesta se celebra al comienzo del otoño, una vez terminada la recolección de los frutos, y la lectura del libro del Eclesiastés supone una invitación a gozar con agradecimiento de los bienes obtenidos en la cosecha, sin olvidar que son un don de Dios. Entre los judíos hubo un tiempo en que se discutió su canonicidad. Dudaron de su carácter sagrado algunos rabinos. Finalmente fue aceptado en el canon judío debido sin duda a la supuesta autoría salomónica y a que se vio en él una doctrina ortodoxa.
En la Biblia hebrea se llama al libro «Qohélet» porque así se denomina el autor de las enseñanzas recogidas él: «Palabras de Qohélet, hijo de David, rey en Jerusalén» (Qo1,1; cf. Qo12,9-10). En la versión griega de los Setenta ese término fue traducido por «Eclesiastés». El significado exacto del término Qohélet no está claro. Se trata de un pseudónimo un tanto enigmático. En cualquier caso, el término griego «Eclesiastés» designa al que reúne con su llamada a una asamblea (ekklesía). El libro aparece ya a primera vista como la obra de un sabio. La síntesis del contenido hecha al principio y al final «vanidad de vanidades, toda vanidad» (Qo1,2y12,8) hace que este libro sea singular en el conjunto de los libros sapienciales. Qohélet expone la vanidad de todo lo que sucede en este mundo, incluida la búsqueda de la sabiduría.
No es fácil esquematizar el contenido del libro, ya que los argumentos se repiten siempre desde el mismo punto de vista (todo es vanidad). Éste es a gran-des rasgos su contenido: Un prólogo (Qo1,1-11), el cuerpo del libro (Qo1,12-12,8) y un epílogo (Qo12,9-14). Una lectura detenida del Eclesiastés descubre al observador atento que los primeros capítulos disuaden al lector de esforzarse por alcanzar la sabiduría, mientras que a partir del cap.7 se comienza a ponderar la importancia de adquirirla. No se trata de un cambio de opinión en Qohélet sino de una consecuencia del diálogo figurado que va manteniendo con los sabios de su época. Con esta estructura vendría a mostrar que no vale la pena empeñarse en adquirir la sabiduría que ellos enseñan (la tradicional), ya que es vanidad, es decir, esfuerzo vano, empeño inútil. En cambio, sí que tiene ventajas buscar otra sabiduría distinta, la que proporciona el temor de Dios y que se adquiere a partir de la contemplación de lo que incomprensiblemente sucede en la realidad. Por eso, el libro se podría dividir en dos partes, cada una de ellas con su propio esquema.
En este enlace de YouTube, encontraras los apartes mas importante del Eclesiastés. https://youtu.be/l2QGwDP25zk.
Gonzalo Aranda Pérez, Diego Pérez Gondar. (2017). Libros Poéticos y Sapienciales. Recuperado de https://onedrive.live.com/?authkey=%21AGAgrme8SnKfMo8&cid=768C779B6EDAE93B&id=768C779B6EDAE93B%2134200&parId=768C779B6EDAE93B%2114170&o=OneUp

Comentarios
Publicar un comentario